Reformas

El conjunto de casas que forman la antigua possessió de Son Bordils, afectadas hasta hace poco por una importante degradación, están siendo recuperadas por los nuevos propietarios, Ramón y Pere Coll, tras ser adquiridas a la Fundación Alzina. En total la operación ha incluido los 2.700 metros cuadrados de las casas y otros 230.000 metros de los terrenos donde se encuentran ubicadas.

El Ayuntamiento de Inca había emitido una orden de ejecución a la anterior propiedad, hace años, obligando a la inmediata realización de trabajos de reforma de las casas para frenar su degradación. Orden que se desoyó por completo, alegando la Fundación Alzina que no disponía del dinero preciso para afrontar las obras.

Los actuales propietarios están llevando a cabo una primera fase de reforma que tiene como objetivo cumplir las prescripciones del Ayuntamiento. Así, en estos momentos se ha priorizado la antigua bodega de la propiedad que, en su última reforma podría datar de finales del siglo XIX. Esta parte se ha limpiado completamente de vegetación y se han pulido los elementos originales. Ahora se reconstruirá el tejado para garantizar la preservación total. También se hará el mismo con el tejado de las antiguas casas de los señores.

El Ayuntamiento calculaba una inversión de 400.000 euros sólo por la consolidación y preservación de las casas. La nueva propiedad cree que la inversión inicial será menor.

La intención de los propietarios es crear un proyecto de enoturismo en las casas con visitas a la bodega y otras actuaciones, y ligándolo siempre con las bodegas. Se prevé que en un año la primera fase pueda estar lista. Después llegará un segundo momento para afrontar la restauración del resto de elementos de un conjunto catalogado y protegido por parte del Ayuntamiento.

El alcalde, Rafel Torres, por su parte explica que "la restauración supone una doble satisfacción pues, no sólo se está recuperando un elemento patrimonial de gran valor sino que, además, se está dinamizando de forma comercial", asegura.